sábado, enero 20, 2007

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Esta es una foto de Barcelona, de los primeros días. Estoy con Tere y Karina y una amiga de ambas.




es terrible de difôcil escribir en el teclado francês!
UF!
acâ hace mas frîo, ya no me siento tan ridîcula bien abrigada, pero igual la gente no anda vestida como montagnesa; quizas eso lo saquê de alguna imagen de "El mundo al instante" de hace 20 agnos atrâs...


Ya llegué a Bruselas. Nathaly, la niña que me da alojamiento (¡gratis!), no ha llegado aún del Congo (donde está trabajando), así que su mamá me fue a buscar al aeropuerto y me instaló en su departamento solita. Nathaly no alcanzó a habitar en su depto antes de irse al Congo así que es raro, me dejó vivir a mi en él antes de estrenarlo ella misma!

Puedo probar un poco cómo es vivir sola, por 1 semana. Hasta ahora me siento sola como dedo (no sé por qué se dice así si los dedos son 10 o 20).

Vamos con el informe n° 3:

En Barcelona no hacía nada de frío la verdad. Hicieron hasta 20 grados un día. Lo frío era el departamento de la Karla en las tardes y en las noches. Imagínense esos departamentos de calle R. Cumming o de Concha y Toro sin estufa. Eso. Pero afuera no era tan helado, ni siquiera todas las noches, la gente estaba extrañada (hasta en la tele). Conversé con hartas personas que estaban realmente asustadas por el tema del calentamiento global y el cambio climático. A mi me faltó ver ese documental “Una verdad incómoda” (o inconveniente?) con Al Gore. Lo daban en el avión y yo justo me quedé dormida, así que no comprendo mucho las dimensiones del fenómeno, pero parece que son de terror! onda como para pensar mejor no tener hijos!

NO me acuerdo qué alcancé a contar en el informe 2, así que con el riesgo de repetir, voy a contar todo lo que se me ocurre no más.

La negra trabajaba, la Tere estudiaba y la Karla también trabajaba y además estaba bien polola y bien casera, así que no carretié mucho con ellas, y tampoco anduve muy acompañada durante los días. Tampoco se dio esa cuestión como de “anda a ver esto y aquello”, “no te puedes perder esta cuestión”, “yo te voy a llevara un lugar…”. Yo creo que por 2 razones: 1° la gente que se va a vivir a otro país no llega en la onda turística de ir a ver todo apurado, entonces mucha gente nunca ha ido a los lugares a los que podría mandarte. Por ejemplo, la Negra no hab+ia ido al Museo Picasso y fuimos juntas y así.. Y 2°, yo cacho que se cansan de hacer de guía turístico y además tienen sus vidas cotidianas bien colmadas de quehaceres.

La vida de turista solitario es un poco fome y bien solitaria, valga la redundancia. Es como parecido al fenómeno tesis: uno tiene que tener un motor interno para moverse y para decidir todo. “Ya mañana voy a ir al museo no se cuánto y luego voy a ir a no sé dónde”, “está bien gastar tanto en esto”…etc …etc y cuando uno está en un lugar lindo no se lo puede comentar a nadie. A mi me cansa esa cuestión. Además hay como un urgimiento moral respecto a que uno está en un lugar tan lejos, donde es caro llegar y hay que aprovecharlo. A lo anterior se suma la incomodidad de estar en lugares ajenos (“¿me podré comer esto?” “¿esta gente cocinará?”) y tener que hacer un esfuerzo, más grande o más pequeño, para las cosas más triviales como ir al supermercado o saber qué se está comiendo uno. A ratos preferiría estar de guata en el Quisco o echada en mi cama viendo tele.

En Barcelona hay muchas, muchas farmacias, como en Santiago. Pero claro la mayoría son como las boticas antiguas. Todo tiene más el look de almacén de principios de siglo europeo que de fast food norteamericano de los ’80. Casi no hay verde, las plazas no tienen árboles, ni pasto. Y hay unas nuevas “normas de convivencia urbana” (hará 6 meses según me dijeron) que son bien al estilo Lavín. “No rayar los muros. No destruir propiedad privada, ni pública. No beber en la calle, no mear en la calle, no dormir en la calle, no vender en la calle, no andar en skate ni en patines salvo en los lugares especialmente habilitados para ello, no estacionar la bicicleta… etc etc etc o arriesga una multa de hasta 1500 euros o cárcel en algunos casos” O sea, se acabó el hueveo!. Y me dijeron que el concreto en las plazas en lugar de verde y que las mojen de noche tiene que ver con mantener el orden público y que es la aristocracia medio fascista catalana la responsable.

Los supermercados que vi (vi hartos) eran chiquitos, bien provistos pero chiquititos como un pasillo del Jumbo. La comida no era taaan cara, ni siquiera los vegetales. En casa de la Karla nunca estuve en un momento hogareño donde se cocinara y todos comiéramos juntos. Creo que un sábado en que yo no estaba lo hicieron, pero normalmente cada cual se hacía algo simple a la hora que la daba la gana. Mucha pasta fresca y ensaladas (una vez comí con la Karla unas pastas con olivada y espinacas que se demoraron como 5 minutos en hacerse). Eso me hizo extrañar aún más estar en casa.…. Estoy vieja, supongo. Ya no es lo mismo viajar. No aguanto mucho el nomadismo (tener tus pertenencias en una maleta, hacer y deshacerla varias veces, saber que me hacen falta cosas, aburrirme de ponerme la misma ropa….) y extraño el nido y a mi gente. Me hace falta el cariño, aunque debo decir que la Negra me abrazó harto.

Fui al museo de Dalí que está en Figueres. Es una ciudad pequeña a 2 horas de Barcelona, hacia Francia. Allí se puede ver el edificio que está arreglado de manera loca, como su dueño. Tiene unos huevos gigantes en el techo y en el patio tiene un Cadillac con unos maniquíes adentro y si uno le pone una moneda, llueve dentro del auto. Además, hay cuadros, pinturas, grabados, dibujos, esculturas, objetos intervenidos como instalaciones. Genial! Por ejemplo, hay un busto de Velásquez, bien antiguo, que Dalí pintó y le soldó unas cosas a las orejas! Bien irreverente, como siempre. Dalí debe haber sido un narciso insoportable, de admirable creatividad y una libertad enorme para expresar su locura insólita, pero insoportable al fin. También vi una parte del museo que se llama “Dalí joyas” y expone las piezas de decoración y joyas que hizo (más bien diseñó, supongo) el genio con piedras más que preciosas y oro, platino, etc. Son lo que más me gustó porque no las conocía. Una de ellas se llamaba “Corazón Real” y era un corazón masacotudo de oro sólido con una corona de diamantes arriba y dentro tenía un cubículo donde había otro corazón formado con muchos rubíes engastados en oro y que tenía un mecanismo que lo hacía latir y ese corazón también tenía, a su vez, otra corona. Loquísimo y exquisito. Había cruces, labios, ojos, árboles, ángeles, flores. Esmeraldas, rubíes, perlas, diamantes, lapislázuli (sí, lapislázuli!), oro y mucho más. Un despliegue de poder y dinero puesto al servicio de la belleza. Algunas fotos:




Sí estuve ahí, no bajé las fotos de internet!!

Fui al Jardín Botánico, que es como un museo de plantas de climas mediterráneo. Tiene 5 escenarios: Sudáfrica, California, Australia, Mediterráneo y Chile! (que en Catalán se escribe Xile). NO había ni un alma, pero era bien lindo. Lo fome era que uno no podía convivir con la naturaleza (como en el Jardín Botánico de Valdivia, según recuerdo), sino que te paseabas por unos pasillos y mirabas las plantas como obras de arte en un museo. Yo cometí un acto vandálico y me robé una hoja (que estaba medio mala para no hacer tanto daño) de Boldo para olerla un rato. Hacía un solcito rico ese día.

Luego fui a la Fundación Miró. Miró nunca me ha gustado mucho, pero siempre le doy una oportunidad a los artistas y veo las obras en vivo y en directo. A veces la percepción cambia con el cuadro ahí delante. Me acuerdo que eso me pasó con Guayasamín en Ecuador. Los cuadros gigaaaaaantes me impactaron muchísimo. Bueno, acá me pasó algo similar. Hubo 3 o 4 cuadros que me gustaron mucho, unos bien grandes blancos, con algunos colores, pero pocos elementos.

Un día fui al depto de la Tere Ramírez a la despedida de sus room mates, y resultó que ellos eran el primo de Diego Fernández (Nico García) y su novia. Y entre los invitados había dos conocidos: Andrés Mardones y Ximena….eeehhhh….no me acuerdo ahora….una arquitecta de la Católica. Y otra vez fui a un asado donde conocía a más de la mitad de los invitados (que eran chilenos, obvio). Fue al día siguiente de un concierto de Pánico.

Pánico tocó en Razzmataz el viernes pasado. Razz es un lugar de 3700 mts2. Con 5 salas diferentes, con música distinta y siempre buena. Yo estaba embalada, pero resultó que la mayoría del público eran pendejos, que llegamos como a las 2, Pánico tocó a las 3 (solo 45 minutos como decía la página web), y nos fuimos como a las 4:20. Y la gracia costó 15 e. O sea la módica de 10 lucas, que es lo que cuesta cualquier club nocturno! (uuffff!!). Igual me divertí y bailé y me dio risa a ver a Pánico tocar en Barcelona. Ahora son más viejos, pero están bien, tocan bien y se ven bien. Aunque el sonido estuvo como el forro.

Al día siguiente fue el asado. Y estaban los 2 más chilenos de los Pánico: seba y memo. Era en la azotea del edificio de la Marce de las Heras, Flo y Karina, en el barrio Gótico. Era el día de los 20 grados así que fue delicioso, un asado como dios manda, con de todo: carne, pollo, longa, pan, pebre, lechuga, arroz y papas. Vino y cerveza. Sol y un vientecito suave. Conversa agradable y, más tarde, puesta de sol. Y ¡por supuesto! Una vaca para ir a comprar más chela y más vino! Me encantó, lo pasé la raja. El mejor carrete que tuve en Barcelona fue un carrete chileno, 100% y bien primaveral. Qué contradicción! Lo más chistoso era escuchar a los catalanes o españoles (una andaluza, por ej.) amigos de los chilenos hace tiempo hablar en chileno “No, poh!”, “Cómo es la hueá?!”. Ja, ja, ja!

El domingo ayudé en el cambio de casa de la Negra. Hubo que bajar las cosas de medio departamento 5 pisos! Menos mal que éramos 5 porque si no yo me hubiera muerto infartada. Lo hicimos en cadena, cada uno bajaba y subía las cosas sólo 1 ó 2 pisos. Igual transpiré tanto como la vez que fui a bailar la Floripondio a la Batuta, o sea me corría la gota! y yo que me había puesto casi la última polera limpia que me quedaba…

A la vuelta a Madrid todo fue más normal. La gente me pareció más normal, menos “pija” (cuica) y más fea. Llegué al piso nuevo de la Sole y con alivio les cuento que es espectacular, luminoso, enorme, lleno de colores (verde, frambuesa, amarillo, azul, todo pintado ultra alegre), calefaccionado y limpio. Los problemas que tiene son muy pequeños, y el dueño los va a arreglar poco a poco. Él es bien simpático y vividor, como las chiquillas (aunque trabaja de lunes a domingo!), así que se van a llevar de perilla. Nos invitó a comer en su restaurant cubano el primer día, comimos mmmh! (cocina estupendo el hombre), bebimos casi hasta agotar el ron y conversamos de cuba (bueno, él habló, nosotras preguntamos y escuchamos). Luego, fuimos al lugar de jazz que conoció la Sole. Bonito –el lugar tanto como los músicos- pero lleeeeeno de humo. Y de ahí fuimos a otro lugar chori que estaba vacío, pero igual estuvimos un rato. Y después al tuto, aunque el dueño de casa insistía en seguir de juerga, ir a una disco, seguir bebiendo, etc. A las 5:00 am!

Para rematar fui al Museo Reina Sofía y sí, vi Guernica! Y traté de sentarme enfrente para apreciarlo con calma (me dolían las patas!), pero como no había asiento me senté en el suelo e inmediatamente apareció un tipo a decirme que eso estaba prohibido.

Un par de idioteces que se me había olvidado comentar: Hay miles de Mercedes Benz, Audi (aunque acá no son de lujo), y esos autos enanos (como medio auto) que se llaman Smart. Yo creía que eran de película futurista cuando los veía en “Discovery Channel”, que eran un modelo de auto que pegaría en el futuro, no sé. Pero está lleno, LLENO!

BRUSELAS:

Al llegar a Bruselas, el avión se movió como coctelera. Me dio un poco de miedo, la verdad. Al bajarme caché que había la media tormenta. Un viento que te volái! Hoy me dijo la madre de Nathaly (Marie Claire) que hubo vientos de 115 Km/hr. El día estaba bien oscuro y las nubes negras iban como haciendo carreras por el cielo. Acá tampoco está tan frío. Es el viento el que hiela la cara y las manos. El departamento no tiene calefacción (aunque no es helado, yo deduzco que es porque los vecinos de arriba y los de abajo sí tienen) y tampoco tiene teléfono, ni Internet, así que la comunicación estará difícil.

Nathaly me dejó su celular por esta semana (hasta el 26, en que ella llegará). El número del celular es: 479 69 70 85 y para llamar desde Chile hay que anteponer 32. (Alguien podría llamarme esta semana? Me siento más sola que dedo!!!!)

ES bien raro estar sola en un departamento extraño, no habitado anteriormente. Me pone medio nerviosa, me siento rara, como monita recortada y pegada en otra página de la revista. No me hallo.

Ya, ahora mis desafíos son:

· encontrar el motor interno para sentarme 8 hrs. diarias mínimo frente al computador y darle a la tesis,

· tener voluntad para bajar los 7 kilos que creo que tengo que bajar (¡por lo menos!), sobretodo si voy a estar sentada todo el día, (mmh, qué difícil….mejor me pongo una meta más real por el momento…que me entren los pantalones con el botón abrochado!)

· tener coraje para salir y hablar en francés,

· tener fortaleza para soportar la soledad,

· y ser bien humilde para hacer lo que pueda, y no castigarme por no podérmela con tanto desafío, sino perdonarme.

De hecho siento unas ganas terribles de que alguien haga algunas cosas por mí, como hablar y lidiar con el mundo externo. Hoy siento el peso de tener que demostrar cosas: que me la puedo, que soy chora, que soy autónoma, que soy avispá, que me las bato. Y siento que la próxima semana (cuado llegue Mauricio) tendré que demostrar que soy inteligente, que me importa la tesis, que he trabajado muuuucho en ella..etc etc etc UUUFFF! Voy a necesitar vacaciones! Y cuando vuelva a Santiago empezaré a trabajar al día siguiente!

Acuérdense de mi cuando están tomando sol en la horizontal!!! Y me mandan todo ese relajo y esa energía!!

Un abrazo a todos!! Y manden fruta!

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