viernes, febrero 02, 2007

Uno cortito







Esta es la arquitectura que les digo que me gusta haaaarto.

















































Este va a ser cortito porque tengo mucha pega en la tesis.
Llegó Nathaly, la dueña de casa, del Congo donde estaba trabajando. Yo me imaginaba que ella trabajaba en una ONG o institución religiosa y hacía trabajos “humanitarios”. Pero no es así, trabaja en una consultora y está haciendo una asesoría a un banco belga en Kinshasa. Entonces, más que parecida a una monja (como yo la había imaginado, a veces) se parece a una ejecutiva bancaria. Pero es bien simple en su vida cotidiana y muuuy simpática. Su padre es chileno y su madre (Marie Claire) belga. Ella es una nórdica total, medio colorina, con ojos color celeste agua y él era moreno, bien chilensis. Nath parece árabe, es una morena delgada y crespa, no se parece en nada a su mamá.

Como dije es muy simpática y esta noche me invitó a salir a carretear YUPI!!! (yo me he quejado harto de que no he salido). Ayer me invitó a un cumpleaños y yo creí que iba a mi primer carrete, pero no. Éramos la cumpleañera, Nath y yo. Y hablaron en un francés muy cerrado y suavecito como para que yo entendiera una sola palabra (bueno, una de repente por ahí, sí, pero no más que eso!!!).

En la tesis avanzo harto. Se me iluminó la ampolleta de dónde hay que meterle cabeza y en eso estoy. Tengo una semana para tener un producto listo para trabajarlo teóricamente. Y tener harta pega me gusta. Hace los días más cortos y me da una sensación de presión que es agradable.

El martes fui a una reunión a Lovaina La Nueva (acá al lado) con Jean Luc Brackelaire, que también es de mi comisión. Es un tipo bien adorable, un blanquito, flaquito, algo arrugado y pelado, pero joven (no un veterano como yo me había imaginado). Y es ultra amable, suave, gentil y habla castellano. La reunión duró muy poquito y solo era para ponernos de acuerdo en cómo y qué trabajar la próxima reunión, más larga. La cosa es que esto de los valores de las cosas me sigue impactando, porque mi ida para allá me costó 7 lucas. Cuesta más de 3 lucas el pasaje de ida y son sólo 30, 40 minutos, máximo. Uf! Bueno, para aprovechar el viaje después que Mauricio me dejó en la puerta de la estación (La Gare) y le hice chao con la mano, me devolví a vitrinear, porque era la última semana de Liquidación (Soldes). No sólo soy una doctorante! Soy mujer, Ya! No me puedo resistir! Pero no compré nada. Estuve a punto eso sí. La cosa de los precios es loquísima. Porque las cosas son en general muy caras, sobre todo los zapatos (de 100 EU pa’ arriba), si es “de diseño”, si no es masivo, etc. Pero hay dos excepciones: los negocios “jabibi” que están camino a la U que son como supermercados de cuestiones importadas principalmente de China, y las súper liquidaciones de algunas tiendas que rebajan de verdad. Casi me compro unas botas vaqueras de cuero y con forro de cuero (por 32 EU, osea 22 lucas), pero no me pude imaginar con qué me las iba a poner. Como que no me vi vestida de jeans y botas vaqueras….me imaginé una de esas minas, bien aminás y plásticas santiaguinas y no me hallé. También había una chaqueta de cuero azul bonita a 45 EU (31 lucas) pero no me sentí convencida…además como todavía no me pagaban el sueldo me dio cosa.

En fin, Mauricio me invitó el viernes pasado a comer a su casa y a jugar voleibol el sábado en la mañana (por lo tanto era con quedarse a dormir). Ël vive con su familia en una casa la raja en una villa cerca de Lovaina la Nueva. Su mujer estaba enferma en cama. Había que esperar que una señora, mamá de un amigo, viniera a buscar a los niños. Así que él cocinó mientras esperábamos un pollo con arroz. Todo esto para decir que ninguna maravilla, ni la comida, ni el voleibol (porque apenas pude jugar, siempre juegan los buenos, en ese deporte!!!), ni el almuerzo en restauran esa tarde que menos mal pagó él porque no llevaba mi billetera y me hice la hueona. Lo más chori fue conocer Lovaina, como una ciudad hecha por Castillo Velasco, con puro ladrillo a la vista y entera peatonal (los autos andan y se estacionan principalmente subterráneamente) y ver esos prados y bosques donde viven estos belgas afuerita de Bruselas.

El domingo me di unas vueltas por la ciudad y conocí unos parques increíbles. Debo retractarme de que lo que dije acerca de que esta ciudad no es bonita. Hay lugares preciosos. Los barrios más burgueses tienen unos edificios y casas hermosas, muy en la onda art decó y art nouveau. Harto ladrillo también. Y la ciudad contiene unos bosques grandes bonitos. Vi un lugar que tiene un pabellón chino enorme (leones imperiales, serpientes, peces, figuras de viejos chinos haciendo cosas, mucho dorado) y uno japonés. Y vi el Palacio Real (desde afuera) y cosas así. Debo decir, eso sí, que es bien monumental todo, o sea bien tieso y lleno de reglas, y no se puede pisar el pasto, ni traspasar las vallas, ni echarse por ahí, ni nada. Sigo prefiriendo el Parque intercomunal, entonces. Lo que pasa con lo monumental es que no está abierto a ser habitado, a ser llenado de significados personales o colectivos, a ser re significado. Entonces, es como estar en un museo. No se puede intervenir en el espacio.

Voy a seguir con la tesis. Solo me queda decir que mi ánimo mejora día a día y que ya estoy coordinada con Cristóbal para ir a Milán el 8 de febrero y con la Francisca Sánchez para ir a Paris el 16. Quizás hasta me salga invitación a Londres, con Gabriel Salas. Ojalá!!! Porque yo no puedo costearlo…

Abrazos y besos por miles.
M.

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