jueves, enero 25, 2007

4 Viajar y la soledad



Se ha puesto a nevar suavecito. Y como no caen grandes copos de nieve es como si cayera mugre u hollín del cielo. Afuera hace muuuucho, pero MUUUUCHO frío. Hay un vientecito que te corta como cuchillo. La gente se acostumbra a todo, parece, porque hay unas viejas (hay hartas viejas en esta ciudad) que andan con sus zapatitos negros de vieja sin calcetines.

Entre el clima y el agua (durísima) parece que me estoy volviendo lagarto. A mi piel no le gustan nada estos cambios. Ayer tenía la cara tirante y enrojecida en algunas zonas, me ardía fuerte bajo los ojos y alrededor de los hoyos de la nariz. Esta mañana amanecí con zonas escamadas, pero creo que un poco mejor.

Los primeros cuatro días en Bruselas fueron inolvidables. Me sentí como en un reality, como en una suerte de experimento psicológico de esos que hacían mis colegas en el siglo pasado cuando nadie los fiscalizaba. Estaba sola, en un departamento ajeno, sin Internet, sin teléfono, sin televisión, en una ciudad desconocida en la que hablan dos idiomas, pero ninguno de los dos entiendo ni hablo. Sólo tenía música (porque la radio me marea, como no entiendo ni jota…) y algunos quehaceres para llenar mi tiempo.
El jueves Marie Claire me trajo al departamento y me mostró cosas básicas. Luego me quedé sola y me las tuve que ver conmigo misma. Hice el aseo –lo siento, es verdad, lo necesito- sobretodo el del baño, saqué mis cosas de la maleta y puse la ropa en mi estantito. Y la maleta la dejé en un rincón vacía. Eso me dio un minuto de felicidad. Me tomé un té y un pancito y me puse a escribir el informe 3. En la noche salí a caminar. No había mucha gente en la calle y en algunos bar-restaurant había algo de gente. Vivo al lado de Place Meiser, una rotonda, bastante central, pero en la misma plaza no hay más que un bar y una librerie (donde venden tarjetas de llamadas, pre pagos para celular, diarios, revistas, cerveza y cigarros). Caminé por una calle que sale de la rotonda que se llama calle de Lovaina y por la siguiente. Descubrí donde había teléfono y lavandería. Un tipo se me acercó y me habló, yo le dije que no hablaba francés pero insistió en hablarme. Luego me invitó a tomar un café, le dije que prefería una cerveza. Me dijo que fuéramos a su casa. Pensé “ni cagando” y le dije “prefiero un bar”. Pasó a su casa a buscar algo, quería que yo subiera, yo le dije “no, yo te espero aquí”. Él todo el rato preguntaba “Por qué no?”. Yo pensé que me convenía ponerme un poco más sociable, sino iba a pasármela sola y, en esta situación, uno intenta ser flexible, entendiendo que no maneja los códigos del lugar y que tiene que ir “cachando”. Bueno, al final comenzamos a caminar hacia los bares y el tipo empezó poniéndome el brazo por sobre los hombros, como amigote “buena onda”. Yo no pesqué, porque no me apretaba, ni me atraía hacia él ni nada. Además yo andaba como oso de abrigada, con la media parka, casi no sentía su brazo. Cuando le dio por tomarme la mano lo mandé a la cresta. Y todo el rato, el muy estúpido preguntaba “por qué no?”. Qué lata! Bueno, cuento corto, yo no sé si lo llamaron o si el tipo vio que no iba a agarrar pan ni pedazo e inventó un llamado telefónico, pero decía “¿Tengo que ir ahora?” y se fue. Yo seguí dándome vueltas y cuando me decidí a entrar a un resto-bar (el que está frente a mi casa) me dijeron que estaba cerrado (todavía había gente adentro) y no me atendieron. Así que pa’la casa, no más, a acostarse.

El viernes Marie Claire trajo un microondas. Me vino a buscar y me mostró cómo llegar a la Universidad y me acompañó a sacar un abonnement de transporte (un pase mensual libre para febrero al metro, buses, tram, etc). Marie Claire es bien volada y además no se mueve mucho a pie por Bruselas, a la vuelta estaba totalmente perdida y fui yo quien me ubiqué en la dirección correcta y al día siguiente descubrí que había una mejor forma de llegar a la U. Luego volví a quedarme sola. Fui al supermercado y obviamente me demoré harto, tratando de cachar qué comprar y no quedar en la ruina. Y en la noche fui a la lavandería, una de esas que salen en las películas gringas, donde uno lava su propia ropa con unas fichas que mete en las máquinas y puede llevar su detergente (pero yo no tenía). Ahí había un señor que hablaba algo de inglés, por suerte, y me ayudó a lavar. Igual yo llevaba como 10 minutos mirando todo y tratando de comprender y lo tenía bastante descifrado pero me alegró que el señor me entendiera y fuera amable. Mientras la ropa daba vueltas en la máquina, fui al locutorio (así se llaman en Barcelona los lugares que tienen teléfonos y computadores con Internet). Acá no es como en Chile que hay Internet inalámbrica no segurizada o libre en las casas o edificios o en algún café o Restaurant. Eso del WIFI (En España, que dicen todo en Castellano, dicen GÜIFI!! y yo me río como loca!!! Y también dicen Melburne por Melbourne) no es un servicio gratuito que te provea alguien. O sea hay que pagar!! Y el que estaba más cerca de mi casa era pésimo. Para empezar no pude mandar el mail que me demoré 3 horas en escribir y que llevaba en mi pen drive porque no tenía USB. El PC era como un 386, muy viejo y lento y más encima el teclado en francés era una dificultad atroz. Sólo logré mandar un mail de “Llegué. Estoy OK”. Quería mandar mi número de teléfono pero no me lo sabía. Todo lo tenía anotado en la carta escrita con anticipación. No logré hablar con Pablo que no estaba en línea y tuve que correr a la lavandería minutos antes de que él llegara a casa. Volví con la ropa limpia a casa, comí y me tomé una cerveza y me acosté. Ya empezaba a acogotarme la sensación de soledad y aislamiento.

Dormí más de lo aconsejable, porque acá es muy oscuro. Se oscurece temprano, a las 5 pm, y amanece tarde, después de las 8:30 am. Salí a caminar durante el día, después de estudiar a fondo los mapas para ubicarme (así caché que había una manera más fácil de llagar a la U) La ciudad es difícil, no tiene diseño de tablero de damas, así que uno pierde el norte, por así decirlo. Conocí la Grand Place, que sería algo así como la Plaza de armas, y el centro en general. Me habían dicho que esta ciudad era preciosa, pero yo no hallo. La plaza grande tiene puros edificios muuuuy antiguos, del siglo XVII ( y eso que era del siglo XII, pero la destruyeron en una guerra en 1695). El más nuevo es de 1852, pero hay hartos del 1600. Y claro es bonito, allí y en otras plazas hay construcciones góticas y otras de otros estilos, y grandes iglesias que te dejan sin aliento. Sin embargo, lo más bonito, para mi gusto son unas casas o edificios de 3 o 4 pisos, flacos y largos, con arquitectura art-nouveau y algo de art-decó. Las ventanas y las rejas de los balcones, ambos entre bombé y bow-window, me encantan! Esta es una ciudad muy diversa con edificios modernos de espejos y Malls y casas altas, y edificios normales sin ninguna gracia. Comer es más caro y las cervezas ricas y propias de acá en los locales no son nada de baratas, pueden cotar 5 eu. Igual me tuve que tomar una caña de shop por 2 ue para hacer pipí. En el centro había harta gente pero más turistas que nada, parece. El barrio donde me alojo está es bien céntrico pero hay que caminar una subida empinada de 5 cuadras o más para llegar al lugar más cercano donde pasa algo. Donde hay bares y restaurantes. De todos modos todo cierra relativamente temprano los días de semana. Como era Sábado en la noche, quería saber qué onda la diversión y llamé a Alicia, una amiga de la Negra Sánchez cuyo teléfono me había dado antes de partir. No me contestó. Le mandé un SMS pidiéndole que me recomendara un lugar. Nada. Así que me tomé 2 o 3 cervezas en la casa y casi me vuelvo loca. El silencio era enorme. Es un barrio bastante residencial, pero debe ser el grosor de las murallas y de los vidrios que se escucha tan poco ruido y voces. A ratos me sentía en un pueblo fantasma. Como a las 2 unos pendejos estaban animadamente haciendo alboroto en la calle, parece que filmaban en un celular mientras bailaban. Había un auto de policía en la esquina, según caché y no pasaba nada con los cabros. Unas risas en la escalera. “Hay gente que lo está pasando bien” pensé. Yo miraba por las ventanas como las viejas locas, como la vecina de la Negra Sánchez que no sale a la calle hace 6 años, excepto para ir al médico. En la tarde había mandado el mail anterior con el teléfono (que luego descubrí estaba malo) y me atormentaba la idea de que Pablo no me llamara.¡Lo necesitaba tanto en ese momento!. Por supuesto que me dio por preguntarme todo: “¡¿Qué hago aquí?!”, “¿Por qué chucha me metí a este doctorado?”, “¿Qué sentido tiene el trabajo intelectual?” “¿Qué sentido tiene la generación de conocimiento?” Y por supuesto que mis respuestas eran “nada” y “ninguno”, y sólo me importaba descubrir los pasos que hay que dar para tener una vida feliz y ninguno era por aquí (o al menos no eran imprescindibles, ni siquiera necesarios). Y pensé “Quiero una vida simple….. ¡cómo la de la Consuelo!”. Y claro, lloré, hasta que el sueño me venció ¡por fin! Y lloré también el domingo, donde se repitió todo igualito, salvo que había menos gente en las calles y estaba el comercio (excepto restaurantes) cerrado. Para evitar la locura total compré una tarjeta para llamar desde el celular cuando estuviera en la casa (yo prefería llamar desde la casa que era el lugar en el que me angustiaba más y no desde un locutorio, ya que mientras estaba en la calle todo funcionaba un poco mejor, estaba más “fuera de mi”). Lo intenté por 2 horas después de comida y nada. En inglés, en francés. Salí a la calle a intentarlo desde una cabina. Me cagué de frío y otro jote – más adulto- se me acercó a hablarme y me invitó a su casa a tomar café y the same shit, “no hablo francés, no, no, no gracias (usar su teléfono fijo), no porque no”, etc etc. Al final, estaba tan desesperada que llamé directo desde el celular, primero 10 segundos para pedirle a Pablo que me llamara y luego, como no pasó nada, 57 segundos para hablar con él y en eso me gasté las 10 lucas con que lo había cargado.

La soledad.

Le respondo a Vero: yo no creo para nada que yo esté tan sola en Santiago como acá. Yo no creo que sea así, yo no creo –como mucha gente lo hace- que uno está solo en el mundo. Yo no lo siento así, no en mi vida cotidiana ni en mi vida extraordinaria. Sólo en experiencias muy limítrofes como un enorme dolor, uno siente que en esa experiencia se está solo porque es imposible de transmitir o de elaborar junto a otro. Pero en el resto de la vida, yo vivo conectada y participando de una red de gente, que quiero y que me quiere y esos lazos me constituyen. Esas relaciones son parte de mi ser.

En fin! Ahora todo va mejor, mucho mejor. Ya vengo a la Universidad y trabajo en la tesis y eso me saca de mi misma y me da un quehacer y una meta. Además hablo con Mauricio y tengo Internet y hablo con Pablo, lo que me pone contenta y me conecta con mi gente.

Bruselas es menos peatonal que Madrid o Barcelona, y bueno ¡hace más frío!, quizás por eso. Acá hay más estacionamientos (excepto en el centro), y no he visto tacos. Hay sólo 2 líneas de metro (en lugar de 12) y unos trencitos que se llaman “premetro” y que son aproximaciones a otros sectores. Tram, que son lo mismo, dos vagones que van sobre rieles a nivel de la calle y enchufados arriba a unos cables, como los omnibuses (creo). Buses y Lijn (que es una línea distinta). El sistema es mucho más difícil de entender y de manejar, pero se logra después de un estudio exhaustivo de varios mapas de transportes. Sin embargo, hay que esperar el tram en el paradero harto rato y uno se congela. No hay motos como en Barcelona. Eso se me había olvidado comentarlo.

A ti, Pablo, te encantaría porque las motos son casi más comunes que los autos en BCN. Y de repente uno ve cosas divertidas, como una vieja, perdón una mujer madura, como la madre de cualquiera subirse a una moto. O el señor saliendo de la oficina, se sube a su moto y se va pa’la casa. Claro que la mayoría son scooter y no motos choperas o de las otras. En Barcelona, también vi ene tiendas de diseño y decoración, pero exclusiva o casi exclusivamente, de dormitorios. Camas, ropa de cama (pa’morirse de lo linda!!!), veladores, etc. Acá también he visto. Yo me pregunto si será porque, como la gente comparte tanto las viviendas, el dormitorio se transforma en el espacio de expansión-expresión-manifestación- y- vida de uno mismo y su identidad. Como cuando uno era adolescente y era tan central el “póster”, el incienso, el tapiz, o lo que fuera que uno le ponía a la pieza. La transformación del dormitorio de niña, decorado por los papás al de “grande” decorado poco a poco por uno (hippie, dark, electrónico, scout, como fuera) era fundamental. Asimismo, supongo que es la cosa acá. Los jóvenes y adultos casi no pueden vivir solos, ni siquiera si se emparejan y a veces incluso con guagua, por lo tanto, el dormitorio es su espacio más natural.

Por otra parte, he comenzado ya a opinar sobre la gente. Acá en Bruselas la gente me parece, en general, fea. No he visto ningún mino, ni mina como para darse vuelta a mirar o por lo menos para quedarse mirando. Ayer vi uno más o menos, pero parece que no era de aquí porque me preguntó cómo iba a la estación de trenes (yo le supe contestar lo que me hizo sentir muy bien!! Muy ubicada!). Hay muchísimos inmigrantes. Mi guía turística dice que 30% más 10% de hijos de inmigrantes con pasaporte Belga. Hay africanos (del Congo principalmente o por ahi), árabes y del medio oriente y muchos de Europa oriental (nunca sé de dónde porque me parece que hablan todos muy parecido: checo, rumano, polaco, eslavo, ruso….para mi oído son lo mismo). Pero los locales no son muy bonitos tampoco. Bien desabridos, nada del “rucio manso mino nórdico” que esperaba ver. Algunos y algunas tienen la piel bien rosada y se ponen color de salchicha Swan. Otros son no tan rucios-rosados, sino blancuchentos y feítos. Harta vieja y harto viejo (aunque yo los veo en el tram donde tienen transporte gratis). En el ómnibus podemos encontrar el modelito “latin lover”, solo que es árabe (creo), en lugar de latino. Pantalón relativamente ajustado, chaquetita ceñida hasta la cintura y el pelito engominado hacia atrás. Guaaajjj!!! Y miles de mujeres musulmanas con esa túnica que solo les deja la cara a la vista (bueno yo con gorro de lana y el polar en la cara me veo más o menos igual o peor).

Otra cosa que se me olvidó de contar de España! La Sole y yo fuimos a una exposición de Escher. Y la concurrencia me pareció de nivel pirulito y universitario. Nada de picantería popular de esa que va, a veces, a la estación mapocho a culturizarse. Pero resulta que como yo iba medio apurada (quedaba poco para que cerraran) metía la cabeza entre la gente para mirar los grabados y de esta forma pude escuchar varias conversaciones entre los asistentes y me sorprendió LO IGNORANTE DE LA GENTE!!! Onda la vieja con abrigo de piel y el marido explicándole “Pero no ves? Mira, aquí el hombrecito va subiendo y aquí va bajando, y aquí…”. Y el universitario que le dice al otro “no sé, parece que es un pozo, no sé ¿tu ves un pozo?”, y la Sole escuchaba “Oye, pero este tipo estaba loco?!”. Insólito. Yo creo que en Chile, el personaje universitario ABC1 sabe un poquito de qué se trata la obra del señor Escher, lo ha visto alguna vez, aunque no se sepa el nombre, reconoce sus grabados y cacha que es un tipo que dibuja una mano que dibuja una mano que dibuja una mano…o que dibuja lagartos que se transforman en aves que se transforman en ángeles, que se transforman…. O sabe que dibujó arquitecturas imposibles jugando con la perspectiva.

Lo dietético, otro tema que ha dado vueltas en mis informes. Les diré que acá en Europa no es parte del sentido común eso de preocuparse tanto como nosotros. Aunque hay mucha anorexia y se publican libros sobre nutrición y dietética, en los cafés nadie te pone nutrasweet, ni el supermercado está lleno de cuestiones Light. Por contraste me he dado cuenta de que en Chile se asume que si eres mujer y pides un café te traen sacarina, acá no, hay que pedirla y no siempre tienen.

Por último una última reflexión. Los viajeros usualmente disfrutan de conocer gente. A mí me pasa una cuestión rara. Años atrás ya me había pasado un poco, pero ahora estoy segura que es una cuestión mía y no circunstancial. Me pasa que me pongo antisocial porque siento que cualquier encuentro es efímero o transitorio. ¿Qué gracia tiene conocer a alguna persona simpática o chora por ahí si estamos todos de pasada?

Ese discurso de aprovechar los viajes para relacionarse y/o pinchar me parece tan absurdo. Yo no veo la gracia de hacer amistad o pinchar con un sujeto que:
1. no habla tu idioma, por lo tanto, cualquier comunicación es aún más fantaseada que cuando ambos hablan castellano; o
2. no vas a volver a ver.
¿Y si te queda gustando? ¿y si están juntos un tiempo idílico y se enamoran? ¡Viven en otro continente! ¿y si deciden prolongar este encuentro en Chile o en su país? Ya no será lo mismo pues el idilio termina cuando terminan las vacaciones!. Yo he pensado que para polvos casuales, mejor en casa, en el mismo idioma y ojalá en la misma comuna. Me tinca que este discurso lo inventó una mina que le da pudor soltarse las trenzas en su propio país y tiene que venir a abrir las piernas a cientos de miles de kilómetros de distancia, donde su papá no la vaya a pillar.

Y ese argumento de salir de Chile para “abrir la cabeza”, “ampliar el horizonte”, Sucks! Yo tengo la impresión que eso le sucede a uno a partir de la adolescencia -gracias a Internet y a la globalización, pero también a la lectura, las conversaciones, la imaginación, los amigos, atreverse a descubrir la diversidad de la propia ciudad y no aterrarse con lo diferente, lo guachaca, lo popular, lo pije, lo insólito, lo travestido- y si no le sucede a uno es que tiene la mollera bien dura y ni en Europa ni en Tombuctú se le va a abrir!!

He dicho!
Ya dejó de nevar (no nevó mucho rato, mucho menos que lo que me tomó escribir este mail) así que me voy a casa. Bueno, a “casa”.

Cuídense y gocen de estar en su madriguera, saltando en la red emocional que los sostiene!!
Hasta la próxima!
Y oigan, no porque el mail vaya dirigido a varios no me vana responder!!! Está dedicado a cada uno, lo juro!
Una abrazo.

sábado, enero 20, 2007

3




Esta es una foto de Barcelona, de los primeros días. Estoy con Tere y Karina y una amiga de ambas.




es terrible de difôcil escribir en el teclado francês!
UF!
acâ hace mas frîo, ya no me siento tan ridîcula bien abrigada, pero igual la gente no anda vestida como montagnesa; quizas eso lo saquê de alguna imagen de "El mundo al instante" de hace 20 agnos atrâs...


Ya llegué a Bruselas. Nathaly, la niña que me da alojamiento (¡gratis!), no ha llegado aún del Congo (donde está trabajando), así que su mamá me fue a buscar al aeropuerto y me instaló en su departamento solita. Nathaly no alcanzó a habitar en su depto antes de irse al Congo así que es raro, me dejó vivir a mi en él antes de estrenarlo ella misma!

Puedo probar un poco cómo es vivir sola, por 1 semana. Hasta ahora me siento sola como dedo (no sé por qué se dice así si los dedos son 10 o 20).

Vamos con el informe n° 3:

En Barcelona no hacía nada de frío la verdad. Hicieron hasta 20 grados un día. Lo frío era el departamento de la Karla en las tardes y en las noches. Imagínense esos departamentos de calle R. Cumming o de Concha y Toro sin estufa. Eso. Pero afuera no era tan helado, ni siquiera todas las noches, la gente estaba extrañada (hasta en la tele). Conversé con hartas personas que estaban realmente asustadas por el tema del calentamiento global y el cambio climático. A mi me faltó ver ese documental “Una verdad incómoda” (o inconveniente?) con Al Gore. Lo daban en el avión y yo justo me quedé dormida, así que no comprendo mucho las dimensiones del fenómeno, pero parece que son de terror! onda como para pensar mejor no tener hijos!

NO me acuerdo qué alcancé a contar en el informe 2, así que con el riesgo de repetir, voy a contar todo lo que se me ocurre no más.

La negra trabajaba, la Tere estudiaba y la Karla también trabajaba y además estaba bien polola y bien casera, así que no carretié mucho con ellas, y tampoco anduve muy acompañada durante los días. Tampoco se dio esa cuestión como de “anda a ver esto y aquello”, “no te puedes perder esta cuestión”, “yo te voy a llevara un lugar…”. Yo creo que por 2 razones: 1° la gente que se va a vivir a otro país no llega en la onda turística de ir a ver todo apurado, entonces mucha gente nunca ha ido a los lugares a los que podría mandarte. Por ejemplo, la Negra no hab+ia ido al Museo Picasso y fuimos juntas y así.. Y 2°, yo cacho que se cansan de hacer de guía turístico y además tienen sus vidas cotidianas bien colmadas de quehaceres.

La vida de turista solitario es un poco fome y bien solitaria, valga la redundancia. Es como parecido al fenómeno tesis: uno tiene que tener un motor interno para moverse y para decidir todo. “Ya mañana voy a ir al museo no se cuánto y luego voy a ir a no sé dónde”, “está bien gastar tanto en esto”…etc …etc y cuando uno está en un lugar lindo no se lo puede comentar a nadie. A mi me cansa esa cuestión. Además hay como un urgimiento moral respecto a que uno está en un lugar tan lejos, donde es caro llegar y hay que aprovecharlo. A lo anterior se suma la incomodidad de estar en lugares ajenos (“¿me podré comer esto?” “¿esta gente cocinará?”) y tener que hacer un esfuerzo, más grande o más pequeño, para las cosas más triviales como ir al supermercado o saber qué se está comiendo uno. A ratos preferiría estar de guata en el Quisco o echada en mi cama viendo tele.

En Barcelona hay muchas, muchas farmacias, como en Santiago. Pero claro la mayoría son como las boticas antiguas. Todo tiene más el look de almacén de principios de siglo europeo que de fast food norteamericano de los ’80. Casi no hay verde, las plazas no tienen árboles, ni pasto. Y hay unas nuevas “normas de convivencia urbana” (hará 6 meses según me dijeron) que son bien al estilo Lavín. “No rayar los muros. No destruir propiedad privada, ni pública. No beber en la calle, no mear en la calle, no dormir en la calle, no vender en la calle, no andar en skate ni en patines salvo en los lugares especialmente habilitados para ello, no estacionar la bicicleta… etc etc etc o arriesga una multa de hasta 1500 euros o cárcel en algunos casos” O sea, se acabó el hueveo!. Y me dijeron que el concreto en las plazas en lugar de verde y que las mojen de noche tiene que ver con mantener el orden público y que es la aristocracia medio fascista catalana la responsable.

Los supermercados que vi (vi hartos) eran chiquitos, bien provistos pero chiquititos como un pasillo del Jumbo. La comida no era taaan cara, ni siquiera los vegetales. En casa de la Karla nunca estuve en un momento hogareño donde se cocinara y todos comiéramos juntos. Creo que un sábado en que yo no estaba lo hicieron, pero normalmente cada cual se hacía algo simple a la hora que la daba la gana. Mucha pasta fresca y ensaladas (una vez comí con la Karla unas pastas con olivada y espinacas que se demoraron como 5 minutos en hacerse). Eso me hizo extrañar aún más estar en casa.…. Estoy vieja, supongo. Ya no es lo mismo viajar. No aguanto mucho el nomadismo (tener tus pertenencias en una maleta, hacer y deshacerla varias veces, saber que me hacen falta cosas, aburrirme de ponerme la misma ropa….) y extraño el nido y a mi gente. Me hace falta el cariño, aunque debo decir que la Negra me abrazó harto.

Fui al museo de Dalí que está en Figueres. Es una ciudad pequeña a 2 horas de Barcelona, hacia Francia. Allí se puede ver el edificio que está arreglado de manera loca, como su dueño. Tiene unos huevos gigantes en el techo y en el patio tiene un Cadillac con unos maniquíes adentro y si uno le pone una moneda, llueve dentro del auto. Además, hay cuadros, pinturas, grabados, dibujos, esculturas, objetos intervenidos como instalaciones. Genial! Por ejemplo, hay un busto de Velásquez, bien antiguo, que Dalí pintó y le soldó unas cosas a las orejas! Bien irreverente, como siempre. Dalí debe haber sido un narciso insoportable, de admirable creatividad y una libertad enorme para expresar su locura insólita, pero insoportable al fin. También vi una parte del museo que se llama “Dalí joyas” y expone las piezas de decoración y joyas que hizo (más bien diseñó, supongo) el genio con piedras más que preciosas y oro, platino, etc. Son lo que más me gustó porque no las conocía. Una de ellas se llamaba “Corazón Real” y era un corazón masacotudo de oro sólido con una corona de diamantes arriba y dentro tenía un cubículo donde había otro corazón formado con muchos rubíes engastados en oro y que tenía un mecanismo que lo hacía latir y ese corazón también tenía, a su vez, otra corona. Loquísimo y exquisito. Había cruces, labios, ojos, árboles, ángeles, flores. Esmeraldas, rubíes, perlas, diamantes, lapislázuli (sí, lapislázuli!), oro y mucho más. Un despliegue de poder y dinero puesto al servicio de la belleza. Algunas fotos:




Sí estuve ahí, no bajé las fotos de internet!!

Fui al Jardín Botánico, que es como un museo de plantas de climas mediterráneo. Tiene 5 escenarios: Sudáfrica, California, Australia, Mediterráneo y Chile! (que en Catalán se escribe Xile). NO había ni un alma, pero era bien lindo. Lo fome era que uno no podía convivir con la naturaleza (como en el Jardín Botánico de Valdivia, según recuerdo), sino que te paseabas por unos pasillos y mirabas las plantas como obras de arte en un museo. Yo cometí un acto vandálico y me robé una hoja (que estaba medio mala para no hacer tanto daño) de Boldo para olerla un rato. Hacía un solcito rico ese día.

Luego fui a la Fundación Miró. Miró nunca me ha gustado mucho, pero siempre le doy una oportunidad a los artistas y veo las obras en vivo y en directo. A veces la percepción cambia con el cuadro ahí delante. Me acuerdo que eso me pasó con Guayasamín en Ecuador. Los cuadros gigaaaaaantes me impactaron muchísimo. Bueno, acá me pasó algo similar. Hubo 3 o 4 cuadros que me gustaron mucho, unos bien grandes blancos, con algunos colores, pero pocos elementos.

Un día fui al depto de la Tere Ramírez a la despedida de sus room mates, y resultó que ellos eran el primo de Diego Fernández (Nico García) y su novia. Y entre los invitados había dos conocidos: Andrés Mardones y Ximena….eeehhhh….no me acuerdo ahora….una arquitecta de la Católica. Y otra vez fui a un asado donde conocía a más de la mitad de los invitados (que eran chilenos, obvio). Fue al día siguiente de un concierto de Pánico.

Pánico tocó en Razzmataz el viernes pasado. Razz es un lugar de 3700 mts2. Con 5 salas diferentes, con música distinta y siempre buena. Yo estaba embalada, pero resultó que la mayoría del público eran pendejos, que llegamos como a las 2, Pánico tocó a las 3 (solo 45 minutos como decía la página web), y nos fuimos como a las 4:20. Y la gracia costó 15 e. O sea la módica de 10 lucas, que es lo que cuesta cualquier club nocturno! (uuffff!!). Igual me divertí y bailé y me dio risa a ver a Pánico tocar en Barcelona. Ahora son más viejos, pero están bien, tocan bien y se ven bien. Aunque el sonido estuvo como el forro.

Al día siguiente fue el asado. Y estaban los 2 más chilenos de los Pánico: seba y memo. Era en la azotea del edificio de la Marce de las Heras, Flo y Karina, en el barrio Gótico. Era el día de los 20 grados así que fue delicioso, un asado como dios manda, con de todo: carne, pollo, longa, pan, pebre, lechuga, arroz y papas. Vino y cerveza. Sol y un vientecito suave. Conversa agradable y, más tarde, puesta de sol. Y ¡por supuesto! Una vaca para ir a comprar más chela y más vino! Me encantó, lo pasé la raja. El mejor carrete que tuve en Barcelona fue un carrete chileno, 100% y bien primaveral. Qué contradicción! Lo más chistoso era escuchar a los catalanes o españoles (una andaluza, por ej.) amigos de los chilenos hace tiempo hablar en chileno “No, poh!”, “Cómo es la hueá?!”. Ja, ja, ja!

El domingo ayudé en el cambio de casa de la Negra. Hubo que bajar las cosas de medio departamento 5 pisos! Menos mal que éramos 5 porque si no yo me hubiera muerto infartada. Lo hicimos en cadena, cada uno bajaba y subía las cosas sólo 1 ó 2 pisos. Igual transpiré tanto como la vez que fui a bailar la Floripondio a la Batuta, o sea me corría la gota! y yo que me había puesto casi la última polera limpia que me quedaba…

A la vuelta a Madrid todo fue más normal. La gente me pareció más normal, menos “pija” (cuica) y más fea. Llegué al piso nuevo de la Sole y con alivio les cuento que es espectacular, luminoso, enorme, lleno de colores (verde, frambuesa, amarillo, azul, todo pintado ultra alegre), calefaccionado y limpio. Los problemas que tiene son muy pequeños, y el dueño los va a arreglar poco a poco. Él es bien simpático y vividor, como las chiquillas (aunque trabaja de lunes a domingo!), así que se van a llevar de perilla. Nos invitó a comer en su restaurant cubano el primer día, comimos mmmh! (cocina estupendo el hombre), bebimos casi hasta agotar el ron y conversamos de cuba (bueno, él habló, nosotras preguntamos y escuchamos). Luego, fuimos al lugar de jazz que conoció la Sole. Bonito –el lugar tanto como los músicos- pero lleeeeeno de humo. Y de ahí fuimos a otro lugar chori que estaba vacío, pero igual estuvimos un rato. Y después al tuto, aunque el dueño de casa insistía en seguir de juerga, ir a una disco, seguir bebiendo, etc. A las 5:00 am!

Para rematar fui al Museo Reina Sofía y sí, vi Guernica! Y traté de sentarme enfrente para apreciarlo con calma (me dolían las patas!), pero como no había asiento me senté en el suelo e inmediatamente apareció un tipo a decirme que eso estaba prohibido.

Un par de idioteces que se me había olvidado comentar: Hay miles de Mercedes Benz, Audi (aunque acá no son de lujo), y esos autos enanos (como medio auto) que se llaman Smart. Yo creía que eran de película futurista cuando los veía en “Discovery Channel”, que eran un modelo de auto que pegaría en el futuro, no sé. Pero está lleno, LLENO!

BRUSELAS:

Al llegar a Bruselas, el avión se movió como coctelera. Me dio un poco de miedo, la verdad. Al bajarme caché que había la media tormenta. Un viento que te volái! Hoy me dijo la madre de Nathaly (Marie Claire) que hubo vientos de 115 Km/hr. El día estaba bien oscuro y las nubes negras iban como haciendo carreras por el cielo. Acá tampoco está tan frío. Es el viento el que hiela la cara y las manos. El departamento no tiene calefacción (aunque no es helado, yo deduzco que es porque los vecinos de arriba y los de abajo sí tienen) y tampoco tiene teléfono, ni Internet, así que la comunicación estará difícil.

Nathaly me dejó su celular por esta semana (hasta el 26, en que ella llegará). El número del celular es: 479 69 70 85 y para llamar desde Chile hay que anteponer 32. (Alguien podría llamarme esta semana? Me siento más sola que dedo!!!!)

ES bien raro estar sola en un departamento extraño, no habitado anteriormente. Me pone medio nerviosa, me siento rara, como monita recortada y pegada en otra página de la revista. No me hallo.

Ya, ahora mis desafíos son:

· encontrar el motor interno para sentarme 8 hrs. diarias mínimo frente al computador y darle a la tesis,

· tener voluntad para bajar los 7 kilos que creo que tengo que bajar (¡por lo menos!), sobretodo si voy a estar sentada todo el día, (mmh, qué difícil….mejor me pongo una meta más real por el momento…que me entren los pantalones con el botón abrochado!)

· tener coraje para salir y hablar en francés,

· tener fortaleza para soportar la soledad,

· y ser bien humilde para hacer lo que pueda, y no castigarme por no podérmela con tanto desafío, sino perdonarme.

De hecho siento unas ganas terribles de que alguien haga algunas cosas por mí, como hablar y lidiar con el mundo externo. Hoy siento el peso de tener que demostrar cosas: que me la puedo, que soy chora, que soy autónoma, que soy avispá, que me las bato. Y siento que la próxima semana (cuado llegue Mauricio) tendré que demostrar que soy inteligente, que me importa la tesis, que he trabajado muuuucho en ella..etc etc etc UUUFFF! Voy a necesitar vacaciones! Y cuando vuelva a Santiago empezaré a trabajar al día siguiente!

Acuérdense de mi cuando están tomando sol en la horizontal!!! Y me mandan todo ese relajo y esa energía!!

Un abrazo a todos!! Y manden fruta!

viernes, enero 12, 2007

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Yo no sé quién me hizo pensar que los idiomas que nos son los nórdicos (Sueco, Danés, etc), el inglés y el alemán eran algo así como "lenguas hermanas" del castellano. Ya me pasó una vez, cuando fui al extremo norte de Brasil, que no entendí ni una pizca del portugués y me pasé la primera semana preguntando "¿do you speak english?" y pidiendo "pan con queijo" de comida, que era lo único que reconocía en la carta. Acá en Barcelona la cosa es similar con la pura diferencia que tras 30 años de dictadura en que el Catalán estuvo prohibido la mayor marte de la población habla castellano. Pero quiero dejar algo en claro EL CATALÁN ES OTRO IDIOMA!! UNO COMPLETAMENTE DISTINTO AL CASTELLANO!!! y se parece a él, tanto como se parece el francés. Si escuchas a dos catalanes conversando no entiences ni raja. Y a ratos leer algo es también incomprensible. Al principio da la sensación de que es bien fácil, porque uno ve palabras que son iguales que en catellano pero con la última letra o sílaba cortada, por ejemplo, "INFORMACIÓ". Pero al rato, uno se da cuenta de que, claro, en francés comprender se dice "comprendre" y no por eso el francés es fácil. En catalán "por favor" se dice "si us plau" y arrendar (alquilar en Madrid) se dice "LLoguer" y cuando uno va a pedir algo en un restaurant se da cuenta que necesita que el mozo le traduzca la carta. Además existen formas gramaticales o letras que en catellano no existen, como cuando la "L" va en medio de una palabra como colaboración, se escribe "col.laboració".

Respecto al tema de la apariencia de las mujeres y los hombres debo decir que sigo encontrando más guapas y guapos a las/los madrileños, pero acá hay más moda "alternativa". Hay que aclarar eso sí, que ésta es una ciudad atestada de extranjeros, turistas e inmigrantes. Uno escucha en la calle casi todos los idiomas del mundo y todos los acentos, por lo tanto no se puede decir que los Catalanes sean menos guapos que los Madrileños, porque hay que considerar que la enorme población de ecuatorianos, bolivianos, peruanos, argentinos, mexicanos, pakistaníes, árabes, thailandeses, malayos, etc etc etc no colaboran mucho. Dios me perdone!!! pero es que no puedo evitarlo, tengo el ojo europeizado!

Debe ser bien raro vivir acá para los Catalanes con tanto extranjero dando vuelta, como que da la sensación de ciudad pasillo, de tránsito.

En Madrid no se anda en bicicleta. Dicen que es porque hay mucha pendiente (como Valparaíso a ratos), pero quizás es porque el glamour no lo permite. Acá en BCN sí se anda muuuucho en bici y hay ciclovías por todos lados. Desde el 1° de Enero comenzaron a multar a los ciclistas que estacionen mal (amarren la bici a una árbol o a un farol decorativo) o que pasen con luz roja, o anden por donde no deben. Las bicis sufren hartos atentados nocturnos, no sé por qué. La mala leche no más. No solo se las roban sino que las patean y les deforman sus rueditas. Por eso hay que tener una bien rasca y con ruedas medias chicas.

El domingo fui al Museo Picasso. Se me habia olvidado que lo conocía y que no tenía ninguna gracia (excepto el edificio donde está). Menos mal que era gratis! Los maricones te muestran los trabajos de aprendiz y los cuadros más rascas de Picasso, y también una cerámica, pero los cuadros buenos y famosos no están. Este año algo se celebra respecto a Picasso y el mensaje es "Picasso nunca se ha ido de Barcelona". Entonces hay en el museo una exposición de "Picasso y el circo" (con los cuadros de la época azul, los típicos saltimbanquis), pero claro, eso no era gratis. Hoy fui al MACBA y también fue fome. Nada realmente bueno que ver (bueno, un señor Portezuelo me gustó algo) y estuve más de 3 horas. Mañana pretendo ir a una de las casas museo de Dalí. Para eso hay que viajar en tren 2 horas hasta un pueblo cerca que se llama Figueres.

El martes volví a Park Güell y me enamoré nuevamente. Gaudí era un iluminado. Si la misión del hombre en la tierra -según la Biblia- es construir el reino de Dios ¡Cómo colaboró este hombre!

¿Que más? Bueno aproveché las "rebaixes" (rebajas) y me compré unas zapatillas puma preciosas más estilosas que las que uso (pero claro no tan cómodas, son para un rato no más y no son para el frío de Bruselas) y una par de pantalones de fitness, de esos con telas higth-tech y estupendo diseño. Es lo único barato que encontré y lo único que me era útil en este momento. Con respecto a los pantalones pensé que ni cagando pasaba por la humillación de pedir la talla más grande de las tiendas de moda y que no me subieran de la rodilla. Además pensé que era una mala estrategia tratar de imitar el estilo girly, con jeans apretadísimos y botas y chaquetitas mínimas, porque me vería como "prieta mal amarrá". Entonces más vale cambiar el look y ponerle algo de estilo a este modo deportivo de andar por la vida y entré a un supermercado deportivo. Excepto en este lugar, la ropa es enana en este país!! Me probé ene chaquetas de cuero (muy convenientes para lo que cuestan en Chile! sólo 35 lucas) pero ninguna me cruzó!!!

He carreteado bien poco, trasnocho más ecribiendo y chateando que bebiendo porque mis amigas me acompañan poco (trabajan o están de pololas caseras, en fin). Hoy salí y me costó hasrto encontrar un lugar abierto con gente en el Ensanche (la zona donde me alojo). Fui hasta un bar que vi en una guía. Se llama Fira y era la raja. Era como entrar a un capítulo de Carnival. Estaba ambientado como las ferias antiguas, esas que eran una mezcla de circo y feria de diversiones. Increíble!! lleno de antiguedades de ese mundo. Pero estaba prácticamente vacío y un trago costaba 8 e, o sea la módica suma de $5.600. glup!

Ya, me voy a acostar que mañana madrugo.
Un abrazo fuerte!
M.

domingo, enero 07, 2007

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Madrid:

El bar de la Vale es precioso, me encantó. A Javier le rayaría, porque MOLA -como dicen acá- todos lo juguetitos y cositas e imágenes que tiene.
El depto de los chicos es chiquito y para su tamaño está repletísimo de cosas, muebles y más, muchos más juguetes y videos, dvds, cds, etc. poco espacio. La cosa era un poco acinada, y al final me sentí un poco echada, pero con justa razón y lo encuentro muy natural porque el espacio era pequeño para 4. Me trataron la raja y lo agradezco mucho (Sole díselo a la Vale).
Madrid la encontré bellísima, preciosa. AMAZING! GORGIOUS! la arquitectura mola! y me dolieron las piernas como si hubiera estado preparándome para una maratón. Qué manera de caminar! y esos 4 pisos del edificio que eran como 7 de Chile, UUUFFF!!

Los pisos se cuentan raro. El primero no se cuenta y en Barcelona, se llama cero (en Madrid es la planta baja) y luego viene "Principal" y luego viene el "primero". osea 4 pisos son mogollón de escalones!

Los pisos (piezas) que alcancé a ver con la Sole me dejaron para adentro. Eran como deptos refaccionados para arrendar piezas, entonces eran, básicamente, un pasillo con piezas (más chicas o más grandes, de 300 a 450 euros), una cocina y un baño (ricos en general) y una pieza cagona con dos sofás apretados y una tele de "espacio común". Yo me muero. Me imaginé fumando, leyendo, escribiendo, comiendo, conversando...viviendo TODO ARRIBA DE LA CAMA! y la piscola...pienso yo..."¿adónde se la toma uno?" Realmente hay que sacrificar harto para estar acá, pero ahora me he dado cuenta que es al principio no más. Mis amigas de Barcelona viven en lugares estupendos. Departamentos bien grandes y con piezas espaciosas y ventanas a la calle y luz, incluso ascensor!!

El año nuevo estuvo raro. Menos mal que estábamos juntas con la Sole. Comimos muy rico, 7 personas en el departamentito, y todo el rato la tele estuvo prendida, y a las 12 había que comerse un grano de uva por cada campanada que daba la Catedral (¿?). Todos con la boca llena de gajos. Casi nadie pudo, PERO SOLE PUDO! yo escupí los ollejos (así se escribe?) que guarde en los cachetes para poder meterme los 12 granos al ritmo de las campanas! Bueno y luego de tratar de tragar, la Sole y yo nos abrazamos fuerte y en eso miramos a los demás y NADA, pero nada! ni abrazos ni besitos, ni buenos deseos, ni grandes felicitaciones, menos lágrimas! Fue un poco fome eso, como buuhh...puro salto y peo.

Turistear fue difícil porque el horario de funcionamiento de la casa era muuuuy nocturno y trasnochador (los dueños de casa trabajan de noche entonces tinen el horario dado vuelta y se acuestan como a las 5 am) y el jet lag lo facilitó aún más. Tuve que dormir como 4 horas dos días para poder ver algo de Madrid. El último día fui a conocer cosas típicas como el Palacio real y eso. Me pareció notablemente sobrio. Incomparable con Paris y su afán de brillo, con tanto oro por todos lados (¿te acuerdas, Telo, de los caballos con alas?).

La mejor comida fue un cuevazo que tuvimos con Sole. Fuimos al Rastro, una suerte de persa Bio Bio y Patronato, y por ahi nos metimos a un sucucho que estaba bien lleno de españoles. Atendía un viejo con boina y su hija malas pulgas. Al otro lado la vieja fea y la otra hija, que se llamaba Macarena. EStas dos últimas cortaban el jamón y el queso y otras cosas para llevar. Al frente, los otros dos servían medio pan ¡exquisito y enorme! con aceite de oliva y tomate y diferentes cosas encima, cual de todas más maravillosas. Nosotras pedimos boquerones (unos pescaditos chicos en vinagreta, deliciosos) y uno de jamón. Increíble. Y una cañita de vino tinto. Todo por 6 euros. TODAVÍA ME ACUERDO DEL QUE TENÍA LOS MANSOS CAMARONES ENCIMA Y QUIERO DEVOLVERME A COMERMELOS TODOS!!

Ah! a todo esto!....ya no me cabe la ropa que traje..... terrible, y eso que traje la más grande que tenía (me he acordado de cómo Diego Fernández se ganó el apodo de "Doble Pera" en su paseo por Europa!!) Y como en Madrid abundan las mujeres talla 32 a la 36, me siento como ballenita. y como la ropa que traje me hace ver un poco como turista de Wichita, o de Concepción, no sé, me siento feeeeaaaaa, como de una liga inferior, como de segunda o tercera división. Acá las mujeres son todas muuuuy girly, femeninas y bien vestidas y le hacen al buen zapato y nunca a las zapatillas o los bototos y llevan abrigo entallado, Y NO PARKA! o si se ponen parka es una cortita, entallada y no se ven como michelin como yo. En fin....menos mal que no tengo ningún interés en pinchar, porque así....

Barcelona:

El departamento de la Karla es enoooooorme. Tan grande que por cada lado da a una calle, osea es del largo de una manzana. Tiene 3 habitaciones grandes (una ocupo yo solita, medio cambio!), una mediana, y una chica. Acá vive la Karla y su amiga Olga. Los techos son altos como las casas del barrio Brasil, Cumming o Concha y Toro. Y NO HAY CALEFACCIÓN! Al revés que en Madrid, que me cagué de calor en todas partes excepto en la calle (estábamos en polera en el depto! nunca me puse camiseta de panty ni chaleco), acá me he cagado de frío en las 3 casas que he estado. Ahora bien, puede ser que los chilenos sean más cagados o estén más cagados acá, quien sabe... pero me gustaba más la onda primer mundista andar en polera en invierno.

La Karla está bastante tranquila, imaginen que hoy viernes volvimos de carretear como a las 2:30. He visto a puras amigas chilenas. La Tere Ramírez, la negra Sánchez, Claudia Mejías, Karina, Karla y mañana es el cumple de la Caro Partarrieu. Osea carrete de Chilenos, con chilenos...me hace gracia...

Acá he salido poco, todavía, como que me he estado aclimatando, pero hoy vimos la "Cabalgata de Reies" que es una fila de carros alegóricos gigantes donde van todos disfrazados y van los reyes magos y tiran dulces, etc etc Un carnaval navideño, muy simpático y luego algunos bares.
Todavía no veo las cosas que me rayaron de BCN. Y el barrio gótico, la Rambla y eso no me parecieron taaaaaan impactantes como la primera vez. Como que ahora me parece todo tan viejo, y por ello tan pesado y oscuro. Al revés de lo que sentí en Madrid.
Acá las mujeres son un poco menos arregladitas que en madrid. Hay más de mi liga -se puede decir- más zapatillas y chaleco y parka. Más chicas que parecerían universitarias de Santiago en invierno y no chicas asistentes a la Galería Aninat en Alonso de Córdoba en septiembre. Y parece que ya estoy un poco -un pichintún- más desinchada. Trato de hacerle a lo light pero es imposible, solo puedo comer un poco menos cantidad. Bruselas será el minuto de la lechuga, el zapallo italiano y el fin del queso, el jamón y la cerveza. No! de la cerveza no! no me puedo perder la mejor cerveza del mundo!

La cosa del horario todavía me cuesta, no puedo acostarme temprano y despertar temprano, pero quiero hacerlo pronto para aprovechar los pocos días de sol que me quedan antes de llegar a la oscuridad de Bruselas. Hoy le puse pilas al reloj despertador que traje, ojalá me sirva de algo! El domingo es primer domingo de mes así que los museos son gratis. Voy a ir al Macba y al Picasso si alcanzo.

Ya, me dio muuuucho frío y son las 5:30 am, así que me voy a dormir.
Ah! me salió la pega de la última entrevista, la de la Bernardita Muñoz, así que tengo pega en marzo!!!! EEEHHH!!

besos miles
M.

Una cosa se me había olvidado... fui a ver la dirección que, según la Paty, era la casa donde nació José Llort, mi bisabuelo. Iba súper ilusionada, pero cuando llegué era el edicficio más feo de la calle. No el más viejo, sino el más joven, bien cuadrado y fome y no tenía esos balconcitos que me fascinan...buuuuuuhh!
M.